Cada revolución, o en su defecto cada manifestación más o menos numerosa de la indignación popular en la calle, tiene sus símbolos. Son momentos que, una vez pasada la exaltación ciudadana, quedan inmortalizados para siempre en el imaginario colectivo, instantes de extrema emoción, de un simbolismo de tintes épicos, de los que antes perduraban en monumentos o cuadros y ahora pasan a la posteridad por mor de un afortunado fotógrafo que tiene la gran fortuna de, como se suele decir, estar en el momento oportuno, en el lugar adecuado y con una cámara de fotos en la mano, por supuesto. Así, a bote pronto, me viene a la memoria el ciudadano que se enfrentó a toda una fila de amenazadores tanques en la Plaza de Tiananmen como quien dice, a "porta gayola", si se me permite el símil torero. También recuerdo las fotos de los ciudadanos portugueses insertando flores en los fusiles de los soldados y dando nombre a la célebre "Revolución de los claveles", y muchos otros que perduran en la memoria de las gentes y en las hemerotecas de los periódicos.
No es necesario, como apuntaba más arriba, que el instante simbólico surja en una revolución de gran magnitud. Podemos encontrar estos momentos en altercados no tan "planetarios", que diría aquella adorable ministra socialista, en revueltas callejeras o en movimientos ciudadanos más o menos espontáneos. Conscientes de la importancia de una buena foto para ilustrar el reportaje, cientos de reporteros se mueven entre el personal buscando ese momento, ese gesto, esa composición que ilustre y simbolice todo el movimiento.
Ayer, 25 de Septiembre de 2012, se dio uno de esos movimientos ciudadanos. Miles de ciudadanos, en un número que podriamos encajar en una horquilla que iría de los cuatro gatos que contabiliza la Delegación del Gobierno hasta el "infinito y más allá" de los organizadores, rodearon el Congreso de los Diputados, o por lo menos lo intentaron, para protestar por lo que a estas alturas del festival todos más o menos sabemos. Hubo momentos de tensión y alta emotividad, como suele ser habitual en este tipo de "movidas", que decíamos los ahora viejunos en los ya lejanos años 80. El momento era ideal para que alguien simbolizara tamaño derroche de emotividad y tensión.
Ocurre que, a veces, alguien intenta apropiarse del papel de símbolo humano. Ese alguien se ve, nuevamente, en el Sitio Adecuado y en el Momento Oportuno y, cual reivindicativo Jimmy Jump, piensa: "ésta es la mía, que salga el sol por Antequera y mañana en la portada de El País". Y cruza el Rubicón. Y claro, a veces la jugada sale bien y otras se cae en el más espantoso de los ridículos o, incluso peor, siendo ignorados olímpicamente por el personal.
No digo yo que fuera esa la intención de la misteriosa chica (bueno, misteriosa hasta que por mor de Internet sepamos hasta la parroquia donde hizo la Primera Comunión...) que ayer decidió que una buena forma de protestar sería efectuar un a modo de reivindicativo "top less", vamos, lo que viene siendo quedarse con las tetas a la fresca, pero si lo fue, no le salió bien la jugada, para qué nos vamos a engañar. Ni corta ni perezosa, la agraciada moza procedió a despelotarse de cintura para arriba, ofreciendo al personal la vista de sus ebúrneos pechos. Permítaseme decir que la estampa resultante quedó de un mistico que, entre nosotros, no casaba bien con el ambiente de exaltación popular. A un servidor más bien le pareció una especie de ejercicio de tai-chi de película de destape española de los años 70, a lo que contribuye el coro de caballeros que rodeaban a la bella moza pertrechados de todo tipo de cámaras y móviles para inmortalizar tan emocionante momento. Y la muchacha, pues a lo suyo, impávido el bello pero más bien pétreo rostro, levantando las manos en una especie de saludo al sol yogui, impresión ésta que se ve complementada por la profusión de pulseras y ese extraño collar mezcla de pectoral egipcio y corbatín de vaquero de película del oeste.
Un servidor, cuando le llegó la noticia de la fotografía de la hermosa zagala con los pechos a la fresca de la tarde-noche madrileña, tuvo la certeza de que su multifotografiado busto se convertiría en el símbolo de la revuelta callejera. Los níveos y juveniles pechos, mostrándose rebeldes a la gravidez y desafiantes en su grácil fragilidad a la brutalidad que empezaba a desbocarse por doquier. Una imagen de rebelde calma en el centro de una multitud exaltada, en la que también podríamos destacar algún que otro rostro que expresa un silvestre arrobamiento ante el despliegue úbrico (que no lúbrico) de la delicada damisela. Y es que, si una dama con una teta a la fresca simboliza toda una Revolución Francesa, una moza con las dos mamellas revoloteando en pleno centro de Madrid podría desatar la III Guerra Mundial. Además, qué leche, si Susana Estrada le enseñó una teta a don Enrique Tierno Galván, para superar eso en Madrid había que tirar del par completo.
Mas, amigos míos, no era la noche de la moza despechada (si se me permite la expresión un tanto rupestre). Los designios del simbolismo revolucionario son imprevisibles, inescrutables y, todo hay que decirlo, a veces derrochan mala leche a mansalva. Hete aquí que el papel de protagonista simbólico de la noche no estaba destinado a las marfileñas ubres de la chica, sino a un caballero cuasi cincuentón, de oronda barriga, alopécica testa y camarero de profesión, por más señas.
En efecto, nada hacía pensar al señor Alberto Casillas, camarero de la Cafetería Prado y votante confeso del PP, mientras servía carajillos, cortaditos y mixtos de jamón y queso durante la tarde, que acabaría convertido en involuntario símbolo de la revuelta popular del 25 de Septiembre de 2012. Pero acabó siéndolo. Con una entereza envidiable y sentando sus reales en el quicio de la entrada a la cafetería, se enfrentó a los antidisturbios para proteger a unos manifestantes que se habían refugiado en el local. La foto se ha difundido por toda España y, supongo, que por el extranjero, y a día de hoy nadie se acuerda de las revolucionarias mamellas de la chica.
Y es que, al fin y al cabo, una revolución que se precie necesita un símbolo popular, surgido del pueblo. Insisto, muy bonita la composición de la chica, pero no me imagino yo una revolución con las señoras tomando bastillas, congresos y fortalezas con las tetas a la fresca (salvo que fuera una improbable táctica para despistar al enemigo con tal despliegue de mamellas que los dejara turulatos). Vamos, que se empieza enseñando las tetas para salvar al país y se acaba pidiendo que el nuevo presidente jure el cargo con los cataplines al aire. En cambio, el señor Casillas representa un elemento básico de nuestra sociedad, esto es, el honrado y humilde, pero racial y temperamental, camarero de toda la vida. Ese héroe cotidiano, ataviado con una sempiterna camisa blanca, pantalones negros y pajarita del mismo color, que se mueve grácilmente en el estrecho espacio de detrás de la barra. Ese individuo entrañable sin el cual encontramos nuestro devenir diario cojo de sensaciones. Ese hombre de pasmosa destreza que anota sin inmutar 24 tipos de cafés distintos, cada uno con sus peculiaridades y chorraditas, para servirlos en menos que canta un gallo sin equivocarse, a cada uno su sacarina, al de más allá con la leche desnatada, a la señora con el café descafeinado de sobre y la leche templadita, y así ad nauseam...
Un servidor se siente orgulloso de que en esta ocasión nuestro héroe sea uno de los nuestros, una persona con la que nos podemos identificar, y no una especie de aparición mariana con pretensiones de guiar al pueblo, dicho sea con todos los respetos hacia la chica y sus preciosas protuberancias pectorales. Pero, amigos, por un día yo me quedo con la barriga de don Casillas. Mañana será otra teta, digo otro día...
plaplasplasplas Sr Moreno for president!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerlo, celebro que te haya gustado. Un saludo.
Eliminarsaludo??? que soy Sonia copón, mándame una botella de Juve y en paz... :P
Eliminar¡Joer, pues no me líes, jajaja! ¿Juve i Camps? Joer, el otro día hicimos una caminata por las viñas. Nos paraban en las cavas por el camino y nos hincharon a cava. Impresionante. En Juve i Camps nos ofrecieron el nuevo cava que han sacado (26 euretes la botella) y aquello fue el despiporre. Y luego a Vilarnau, Codorniu y Raventós i Blanc, donde acabamos a pie de viñas despachando magnums de cava frío. Así acabamos... Y todo por 12 euretes. El año que viene te aviso y te escapas.
Eliminarains... mira que no saber que soy conocida mundialmente por "la bere"??? jejeje me acabas de poner los dientes largos con lo del cava... aGGG, debería plantarme en las fiestas del cava, no son la semana del 12???
EliminarHumm, no te lo acabo de recomendar. Lo de la semana del cava es bastante mercantilista, rollo diez euros de tickets y te tomas tres copitas de cava. Yo esperaría a la excursión del año que viene. El paseíto es espectacular y hay cava sin límites, jejeje. Joer, estoy dando una imagen penosa de borrachuzo. Bueno, cada uno, lo suyo, jajaja.
Eliminarok, pero avísame!!!! que yo voy, rauda y veloz! :)
Eliminar¡Hecho!
EliminarSe clono Arturo Pérez-Reverte?..Ironia,inteligencia,España profunda.
ResponderEliminarNo se puede mejorar esto,enhorabuena.
Jajaja, ya me gustaría a mí tener la capacidad de escritura de don Arturo (y también su mala leche, todo hay que decirlo), pero de momento me lo paso bien escribiendo estas chorradicas. Muchísimas gracias por leerlo, un besote.
EliminarInteresante, vivimos en tiempos de indignación, desde hace más o menos hmmm.. veamo... el inicio de las sociedades políticas...
ResponderEliminarNo estoy clara del contexto del de esta pero sin duda debe haber congruencia entre lo que se reclama y la forma en la que se manifiesta el reclamo.
Muy acertado su punto.
Muchas gracias por leer mi artículo, te agradezco tu comentario. Sí, la verdad es que llevamos así siglos y siglos. Es como el mito de Sísifo. Me pregunto si alguna vez llegaremos a la cima... Un saludo.
EliminarY eso que dos tetas tiran más que dos carretas... Debe ser la excepción que confirma la regla. En cualquier caso, un análisis muy interesante. Me quedo con las palabras clave: EBÚRNEOS, NÍVEOS, MAMELLAS, PECHOS versus ORONDA, ALOPÉCICA, TESTA, CABALLERO, CAMARERO.
ResponderEliminarUn saludo desde las Rías Baixas.
Muchas gracias por leerlo. En realidad no pretendía ser un análisis, sino una reflexión jocosa, quizás para quitarle algo de tensión al asunto. Sí, coincido contigo, me encantan esas palabras. Soy mucho de adjetivos, no lo puedo negar, jajaja. Un saludo.
ResponderEliminarBien, me gusto. Estos son los comentarios que necesitamos, criticos y constructivos, que no nos obligen a olvidar las cosas que aún podemos hacer, a manifestar nuestra repulsa no solo ante las urnas, sino despues de estas...aunque, opino que mitificas al camarero...creo que lo que intentaba es que la peña no se escapase, aprovechando el revuelo, sin pasar por caja, que no estan los tiempos "pa tontunas"...
ResponderEliminarGracias por leer el artículo y por tu comentario. Nada más lejos de mi intención que mitificar al señor Casillas, que como ya he dicho es votante del PP, lo que lo coloca a millones de kilómetros de mi pensamiento político. Su postura ante los antidisturbios podría ser la que tú apuntas, o simplemente que el hombre tuviera miedo de que los antidisturbios entraran y el loca quedara destrozado. La idea era escribir algo jocoso sobre el tema y, de paso y de manera muy ligera, reflesionar sobre símbolos y demás zarandajas. Sólo eso. Un saludo.
EliminarHi, I do believe this is an excellent site. I stumbledupon it
ResponderEliminar;) I'm going to come back yet again since i have book-marked it. Money and freedom is the best way to change, may you be rich and continue to help others.
Feel free to visit my weblog ; american online casino