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13 de diciembre de 2011
Diamonds are forever
Mateo murió pensando en el tesoro. Claro que miró por última vez a su mujer, a su hija, a la desolada madre que le iba a sobrevivir... No obstante, en ese instante preciso en el que, simplemente, Mateo tuvo la certeza de que el último interruptor se apagaba, no pudo dejar de sonreír tristemente al pensar en las monedas, los diamantes, las gemas de todo tipo... en aquel tesoro que encontró en el fondo de una cueva misteriosa cuando era niño y que, al despertar, perdió para siempre
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Que malo es despertar a veces...Buen micro para no variar .
ResponderEliminarMuchas gracias, Mapy, me alegra que te haya gustado. Por cierto, no sé qué configuración tienes en Twitter, que no te puedo retwitear, ni enviar mensajes, y cuando escribo tu nombre no sales en la lista. Igual has tocado algo sin darte cuenta...
ResponderEliminarComo te he comentado en el Relatarium me ha parecido un enriquecimiento esta vertiente poética y nostálgica que incluyes en este relato de tu tema preferido. Abrazo.
ResponderEliminarte invito a mi blog: www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com
Muchas gracias, Francisco, me alegra que te haya gustado. Ahora mismo le echo un vistazo a tu blog. Un saludo.
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