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8 de mayo de 2007

Masters of Horror - Huella - Estos orientales están enfermos



Nuevo capítulo de la serie Masters of Horror, con polémica incluida. El capítulo de marras, Huella, no fue emitido en Estados Unidos, y en Gran Bretaña lo fue en un canal por cable de lo más tirado. Demasiado gore para los sensibles yanquis, y además con fetos y abortos, tema punzante en la patria del mongolo de Bush. En fin, es lo que hay. El episodio de marras está dirigido por el gran Takashi Miike, director de la desopilante, excesiva y extremadamente violenta "Ichi the Killer" y de Audición (no he tenido el gusto de verla, todo se andará), y a los 15 minutos más o menos de visionado nos ofrece una de las torturas más explícitas y malrrollistas ue uno ha visto en su vida (y me he pateado alguna que otra peli de terror), tanto que confieso que no pude verla entera (me hago viejo, ya lo sé). El capítulo nos narra la historia de un maduro americano (por cierto, la interpretación de Billy Drago es tan sumamente mala que parece una parodia, qué malo es el tío, la madre que lo trajo) que se enamoró tiempo atrás de una prostituta japonesa y la abandonó cual Penélope amarilla prometiéndole su vuelta, espérame, mi amor, y todo eso. El hombre desembarca en una isla llena de putas, cual Cuba oriental, rodeada por pantanos infectos con cadáveres de prostitutas flotando y allí encuentra a una meretriz con la cara deforme que le explica la historia del fin de su amada, mintiendo más que Acebes y reelaborando una y otra vez la historia hasta desembocar en un final de lo más aparente, con referencias ineludibles a "¿Donde estás, hermano?" y otras películas con hermanitos chungueis. La historia en sí no es nada del otro mundo, como hemos dicho Billy Drago actúa con el culete, y el doblaje ya es para descojonarse vivo, pero es como casi todo el cine de terror oriental, la cuestión es sacudir al espectador, generarle mal rollo, darle unas ostias y para casa, que se acaban las palomitas. Y esto, el amigo Takashi lo consigue, pardiez. ¡Ay, estos orientales, qué bruticos que son cuándo quieren!. Y con esto acabo, amiguetes, espero como agua de mayo que baje de una puta vez el capítulo "Jennifer", basado en uno de las mejores historias de terror que se han plasmado en un cómic, a ver qué han hecho con ella. Nada más, un beso en vuestros esponjosos glúteos, y no olvidéis tomar vuestras vitaminas, que luego no me valéis nada.


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