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26 de enero de 2012
Nadie escapa...
Abrió la puerta de sus casa el 18 de Enero. Feliz, bronceado y con el recuerdo del olor a mar revoloteando por su cabeza. Un mes. Sin reuniones, sin hipocresía, sin deseos de paz a desconocidos. Dejó las maletas en el suelo y pulsó el interruptor de la luz. Ahogó un grito al ver a las tres figuras coronadas frente a él. Lo encontraron al cabo de dos días, la cara morada, asfixiado con polvorones y turrón. Y un papel clavado en su pecho con la punta de una estrella: "Nadie escapa de la Navidad"
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No hay manera de librarse de los fantasmas, hasta carnales, de ese trio.
ResponderEliminarY mira que me caen bien.
Un abrazo Hank.
Muchas gracias, guapetona. Me alegra ver tus comentarios. Besos.
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