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11 de septiembre de 2011

El último beso

No tuvo fuerzas para negárselo. Él se lo pidió, se lo suplicó, se lo exigió, la barbilla temblando y los ojos empañados. Un último beso. Él recogió su pelo tras la nuca, acariciándola levemente con la yema de los dedos, y ella sintió su boca por última vez pegada a la suya, buscando su lengua con avidez. Por fin, él se retiró y le susurró en el oído:

-Sin ti moriré... y tú también, amor.

Ella permaneció inmóvil, mirándolo fijamente, mientras sentía en su boca el sabor de las almendras amargas.

2 comentarios:

  1. Atmósfera, ritmo. Final abierto. Me gusta este último beso, a pesar del amargor de las almendras.
    Abrazos, Hank

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  2. Muchísimas gracias, Isabel. Gracias por visitar mi blog. Me alegra que el micro te haya gustado. Un saludo.

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