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16 de marzo de 2010

Guerra Mundial Z, de Max Brooks


Me gusta todo lo que tenga que ver con los zombis. Aunque me he vuelto bastante restrictico en lo que se refiere a los subproductos relacionados con mis podridos ambulantes favoritos (cosas de la edad, que lo vuelve a uno más pijo y señorito) me sigue fascinando esa horda de cadáveres podridos deambulando sin el único fin que devorar a los aterrorizados seres vivos que encuentran a su paso. Evidentemente, no me refiero a los zombis "haitianos" o creados por los oscuros rituales del vudú, sino al llamado "zombi moderno, el creado por George A. Romero en su seminal "La noche de los muertos vivientes". Esto es, un ser humano infectado por un virus desconocido, o por una radiación (nada nos aclara el amigo George sobre el origen de los zombis) que aparentemente fallece, para despertar al cabo de poco tiempo a una parodia de vida, una especie de suspensión vital que convierte al infectado en un cadáver ambulante, sin sentimientos ni raciocinio, que camina arrastrando los pies buscando seres vivos a los que atacar y devorar. No voy a hablar sobre la abundante e irregular filmografía "zombi", que como hemos dicho inició George A. Romero a finales de los años 60 y cuyo éxito desembocó en un alud de variaciones e imitaciones, con los italianos a la cabeza. Incluso el cine patrio, que cuando se pone se pone, se subió al carro con alguna película, entre la que destaca la muy decente "No profanar el sueño de los muertos" (porque de subproductos como "La invasión de los zombis atómicos" ni hablamos). Uno, modestamente, puede presumir (si es que se puede presumir de esto) de haberse "chupado" un elevado porcentaje de las películas sobre muertos vivientes que se han filmado, en todas sus vertientes y calidades. No obstante, mi bagaje en lo que a literatura "zombi" se refiere es bastante pobre. Hace ya bastantes años leí algún libro relacionado con "La noche de los muertos vivientes", pero poca cosa más. Tampoco es que hubiera demasiado donde elegir, y en cierta manera pensaba que a los zombis "había que verlos". Vamos, que no pensaba que un relato o un libro sobre muertos vivientes me generara las mismas sensaciones que verlos arrastrarse en una película. Afortunadamente, he subsanado esa carencia de bagaje "literario" sobre muertos vivientes, o por lo menos mi bibliografía personal sobre el tema ya no es tan penosa como hace un tiempo. La culpa de esto la tienen dos escritores: Max Brooks (hijo del cineasta Mel Brooks) y Manuel Loureiro, un gallego que ha situado el apocalipsis zombi en territorio patrio, arrastrando a sus protagonistas de aventura en aventura contra los muertos vivientes, por nuestra sufrida tierra hispana. Ya hablaremos del amigo Manolo y sus Apocalipsis hispanos (se lo ha currado el hombre). Ahora quiero centrarme en Max Brooks, que ha conseguido lo que parecía imposible, revitalizar y dar un nuevo enfoque a un género que parecía anquilosado y enquistado en tópicos torpemente desarrollados (salvo puntuales y brillantes excepciones). Incluso el antaño brillante George A. Romero está sumido en la mediocridad más absoluta, emborronando miserablemente su mítico legado con películas indignas de su leyenda.
Y en éstas que llega el amigo Brooks con dos libros sobre nuestros podridos favoritos. El primero, "Zombi. Guia de Supervivencia" es, como el título indica, un compendio de normas y procedimientos indispensables para sobrevivir a una hecatombe zombi. Armamento, refugio, estrategias, etc... También encontramos el primer intento de explicar científicamente la resurrección de los muertos. El autor lo achaca a un virus conocido como Solanum, y en el primer capítulo describe la naturaleza y efectos del virus, y sus efectos en los humanos. El libro, que se aborda como un sano cachondeo, acaba resultando desasosegante, y es cierto que, como se menciona en alguna crítica, dan ganas de salir a buscar armamento anti-zombi tras leer algunos capítulos. No obstante, aún resultando un libro interesante, no alcanza ni de lejos el nivel de la segunda obra de Max Brooks, sobre la que me dispongo a endilgarles a vuesas mercedes una buena parrafada. Me refiero a la impresionante "Guerra Mundial Z". Ahí la has clavado, Max.

"Guerra Mundial Z" es un ficticio informe en torno a la lucha de la Humanidad contra una mortífera avalancha de zombis. Visto así puede parecer una novela llena de cadáveres ambulantes putrefactos, un ejercicio de "gore" puro y duro, pero os equivocaríamos si nos quedáramos en esa opinión superficial. "Guerra Mundial Z" va más allá. En realidad es tremendamente realista. Si sustituimos a nuestros amiguetes podridos por cualquier otra crisis a nivel mundial, tenemos un brillante ejercicio de política-ficción, una (a mi modo de ver) acertadísima especulación sobre el comportamiento de la Humanidad a nivel político, social, militar, económico. Y tras leer el libro uno no sabe a qué temerle más, si a los zombis (Zack, como se denominan en el libro) o a los líderes que teóricamente habrían de gestionar una crisis de esas características. Todo el compendio de estupidez, codicia, irresponsabilidad de que ha hecho gala la Humanidad en su devenir a lo largo de los siglos está resumido en las reacciones que la crisis zombi provoca en líderes políticos, religiosos o económicos. Entremezclados con casos de indudable heroísmo vemos a avariciosos hombres de negocios enriqueciéndose con falsas vacunas, iluminados religiosos devolviendo al hombre a la edad oscura del fanatismo, líderes irresponsables intentando erradicar el brote zombi lanzando bombas atómicas contra sus propias ciudades, rebeliones, guerras civiles, decisiones estúpidas e irresponsables... Todo perfectamente factible, todo horriblemente posible. De igual manera que las tres primeras entregas de la saga zombi de George A. Romero esconden feroces críticas contra los males de nuestra sociedad (especialmente visibles en "El amanecer de los muertos" y "El día de los muertos") Max Brooks usa a los zombis como excusa para plantear la fragilidad de las instituciones que en teoría deberían afrontar una crisis de carácter mundial. Vamos, que apañados estamos, ya sean zombis, marcianos invasores o una gripe del pollo "a lo bestia".

Confieso que no las tenía todas conmigo cuando empecé a leer el libro, pero ahora se lo recomendaría incluso a quienes no hayan sentido nunca ni el más mínimo interés por el tema "zombi". Más allá del terror, más allá de los zombis que devoran humanos, más allá del sonido de los gemidos y pasos arrastrándose, está el horror supremo: la maligna estupidez de la raza humana.


 Tal ha sido el impacto del libro que se está preparando ya una película basada en el mismo. ¿Se apostará por plasmar el "trasfondo" del libro, o por la "casquería" pura y dura, por un espectáculo tremendista y facilón? Pues tendremos que esperar unos meses. La peli se está cociendo ahora mismo, y aunque circulan presuntos "trailers" o "teasers" la mayoría son falsos, refritos de otras pelis de zombis, aunque hay algunos bastante impactantes y bien hechos. En fin, espero que disfrutéis el libro tanto como lo hice yo. Y... vigilad vuestras espaldas. Zack está al acecho.

2 comentarios:

  1. ¡Camarada Hank!, me alegra saber de ti, aunque sea rodeado de cadáveres resucitados con mal aliento. Espero que estés completamente recuperado de tus problemillas físicos.
    Un saludo jefe

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  2. Anónimo4:17 p. m.

    !Zombies! no es uno de mis temas favoritos,pero al final me has picado,lo apuntaremos en la lista de libros para leer, creo que es numero 33 o 34, así que tendrás que esperar para saber que me pareció.
    Bueno ya me he echo seguidora, la tercera wow!!!
    espero que no te emociones mucho .jijiji
    ;) ya sabes kisses y Rock´and ´roll !!!

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