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12 de septiembre de 2007

Enésimo propósito de enmienda



Sí, eso es lo que hice hace ya un tiempo, ser bueno e ir actualizando este blog, aunque sus visitas sean, más que un acontecimiento, una especie de milagro. Pero uno es así, qué le vamos a hacer, o sea que iré a trompicones, como siempre. En fin, tras esta brillantísima excusa, vamos a por faena. ¿Qué ha pasado en el universo Andrés Moreno tras mi despliegue de erudición sobre el libro "El siglo XX, una visión retrospectiva"? Pues poca cosa, la verdad, las pequeñas miserias cotidianas de siempre, uno ya se va adormeciendo del todo y se deja llevar por la corriente, una vida plácida y toda esa mierda. He leído algún libro que me ha gustado, como "Corsarios de Levante", la sexta entrega de las aventuras del Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-me alegro Reverte (jajaja, bienvenidos al mundo del chiste malo). Bueno, más que leerlo, creo que me lo he bebido. Aventuras, galeras, peleas, escaramuzas, chulería castellana para dar y vender, su poquito de historia, espadazos a tutiplén, vamos, que cuando me he dado cuenta estaba leyendo la contrapordada. Y es que el hombre es ameno, mal que le pese a escritores sesudos cuyo nivel de entretenimiento solamente es comparable a una buena sesión de Tour de Francia después de un copioso yantar veraniego. Sí, el colega tiene mala ostia a espuertas, pero sus libros son como el libro gordo de Petete, enseñan y entretienen. Ahí estuvo. Por cierto, se ha estrenado "La Carta Esférica", basada en el libro del mismo título de don Arturete. De momento, las críticas le están pegando unos cuantos sopapos (de entrada, el protagonista, Carmelo Gómez, la alegría de la huerta, ya no inspira mucha confianza), por lo que creo que recurriré una vez más a mi amiga la mulita para echarle un vistazo, aunque de momento solamente he conseguido bajar una especie de antología del cine porno que, eso sí, ha dado para algunos ejercicios de autoestima bastante interesantes. Lástima de adaptaciones, porque la obra de Arturo da para unas buenas pelis, pero hay lo que hay, y de donde no hay no se puede sacar. En otro orden de cosas, y como en esta vida no todo va a ser diversión y cachondeo, pues uno se ha puesto estudioso y se ha cascado (aparte de lo que se cascó con las fallidas intentonas de bajar "La Carta Esférica) el fantabuloso libro "El día de los bárbaros", de Alessandro Barbero, profesor de Historia Medieval en la Universidad del Piamonte Oriental, así, con un par. El libro versa sobre los acontecimientos que llevaron a la batalla de Adrianópolis, en el que el emperador Valente se enfrentó al ejército godo que había penetrado (con permiso) en territorio romano huyendo de los hunos para después rebelarse y liar una pajarraca de mucho cuidado en plena provincia de Tracia. Esta batalla supone, para muchos, el principio del fin del Imperio Romano, junto con otras causas sobre las cuales no me quiero extender, aparte de no tener ni puta idea. Entre nosotros, si no os interesa la Historia de Roma, el tema os la va a sudar, pero realmente el libro está muy bien, interesante y ameno, sobre todo para un servidor, al cual le cuesta ya seguir según qué capítulos de los Teletubbies. El libro está publicado por la Editorial Ariel y lo podéis encontrar por Internet. Yo lo compré a Librería Compás y el servicio fué rápido y esmerado, creo que en un par de días después de pedirlo ya estaba sentado en la taza del excusado con el libro en las manos (perdón por esta salida de tono, pero es que uno tiene que justificar cierta fama de rebelde, aunque ya no escandalize ni a mi suegra). Bien, pues yo creo que como vuelta al tajo bloguero no está mal, dos libros y una peli (sin ver, eso sí) de una tacada. Prometo ser bueno y actualizar "La Muerte Pelá" más a menudo. Pues nada, muchachada, os dejo, que me espera un suculento plato de calamares a la romana y algunos tientos de buen vinillo blanco. Hasta más ver.

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